Cuentan las crónicas musulmanas que a finales de Agosto del año 844 se avistaron ochenta naves en las costas de Al-Andalus, estas naves estaban conducidas por un pueblo de origen escandinavo denominado los Vikingos.
Este pueblo compuesto por hombres en su mayoría guerreros antes de llegar a las costas andaluzas desembarcaron en Lisboa logrando saquear la ciudad.
La gente contaba las hazañas de estos aguerridos y temerarios guerreros, hablaban de ataques despiadados, muertes brutales y un rastro de sangre haya por donde iban pasando, hasta entonces para todos ellos se trataba de cuentos que circulaban de boca en boca, pero desgraciadamente estos cuentos ya no fueron cuentos sino que se hicieron realidad.
Los cronistas árabes hablan de unas ochenta naves como ya dije anteriormente que se avistaron en la costa andaluza, lograron llegar a Cádiz y la saquearon y no contentos con eso, remontaron el rio Guadalquivir hacía Sevilla dispuestos a atacar y saquear la ciudad, en esos momentos la ciudad de Sevilla se encontraba sin un caudillo que defendiera la ciudad ya que el último los abandono a su suerte huyendo hacia Carmona, es por ello que la ciudad estaba a merced de sus enemigos.
Los Vikingos sabedores de esta deserción y de que la ciudad estaba desprotegida marcharon a los arrabales de la ciudad y desde aquí y aprovechando su ventaja decidieron lanzar flechas a los sevillanos para romper su unión y provocarles la mayor confusión y miedo, una vez conseguido esto los vikingos abandonaron las naves y lucharon cuerpo a cuerpo.
La matanza y el saqueo duró una semana, algunos de los hombres más fuertes lograron escapar pero los más débiles, mujeres, ancianos y niños fueron pasados a cuchillo, y otros fueron esclavizados.
Volvieron de nuevo un poco más tarde esperando encontrar a aquellos que huyeron para poder matarlos y hacerlos prisioneros, pero lo único que se encontraron fue unos pocos ancianos que se habían hecho fuertes en la Mezquita, pero los Vikingos se apoderaron del lugar santo y a partir de entonces esta Mezquita paso a llamarse la Mezquita de los Mártires.
Durante casi dos meses los Vikingos hicieron y deshicieron, campando a sus anchas, arrasando, desolando y sembrando el pánico entre los Andalusíes, pero en Noviembre el Emir Abd al-Rahmán consiguió movilizar un ejército lo bastante fuerte para poder encararse con ellos.
Una parte de esta tropa logró alcanzar la comarca del Aljarafe sevillano, donde a base de castigar al enemigo tanto con la infantería como la caballería los vikingos por primera vez se vieron descontrolados, mientras el grueso de la tropa esperaba a que la otra parte atrajera al enemigo hacia un lugar denominado Tablada, los vikingos mordieron el anzuelo y descendieron con sus naves para ir en persecución de aquella tropa al llegar a la aldea de Tejada los musulmanes se echaron con toda virulencia sobre ellos.
Esta derrota fue para los Vikingos la más atroz de las humillaciones, sobre el campo de batalla quedaron más de mil cadáveres de vikingos y cerca de cuatrocientos fueron capturados.
El recuerdo de este episodio no terminó aquí, en el año 859 Sevilla volvería a sufrir otro ataque que terminó con el incendio de la Mezquita de Ibn Addabas (Actual iglesia del Salvador) la respuesta del emir fue contundente, durante esos mismos años había ordenado la construcción de una flota de guerra que sería capaz de frenar cualquier amenaza proveniente del norte, este emir juró arrasar sus tierras y sus bases si osaban volver a derramar la sangre de un solo andalusí , esta advertencia parece que caló en los Vikingos pues durante largos años no volvieron a saquear más Sevilla.